lunes, 15 de septiembre de 2008
Y otra vez me engañe a mi misma. Me refugie en sus besos. En sus manos apretando mi cintura. En su sonrisa tan llena de vida. En sus ingeniosos juegos. En su risa contagiosa. En su lengua entre la mia. En sus abrazos. En sus halagos. En su manera de mirarme, y susurrarme todo lo qe me haria y mas. Otra vez cai. Y volvi a pensar qe qizas el seria. Qe qizas podria volver a creer, a sentir, a vivir, a ser feliz. Pero no, no era el. A pesar de haber pasado toda la noche entre sus brazos. A pesar de haberme reido como no lo hacia hace bastante. Y mas aun, a pesar de ese gesto tan lindo qe tuvo de preguntarme qe me pasaba e insistirles a mis amigas y tratar de hacerme sentir mejor, cuando la noche ya habia terminado y mis lagrimas salian desesperadamente, algo qe hace tiempo no puedo evitar cada vez qe termina una noche. Pero no, no era el. Simplemente era uno mas. De esa lista qe, lejos de jactarme, cada dia crece mas y mas. Uno mas de los qe crei qe serian. Pero no, no era el. Y otra vez ese sentimiento de frustracion, de desilucion. Y sobre todo esa sensacion de pensar -qe estupida soy- como aun puedo seguir creyendo qe cualqiera va a ser el qe me haga, simplemente, feliz.
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